EL APAGÓN DE NUEVA YORK
Nada hacía pensar que el 9 de noviembre de 1965 fuera a
convertirse en un día muy especial para la ciudad de Nueva York. La vida se
desarrollaba con toda normalidad, o al menos con la normalidad de una ciudad de
unos diez millones de habitantes. Sin embargo, a las cinco y cuarto de la tarde
iba a suceder algo que haría que los neoyorquinos recordasen dicha fecha
durante muchos años. A esa hora, y debido a una serie de causas todavía no bien
conocidas, todas las centrales que suministraban energía eléctrica a Nueva York
experimentaban una avería simultánea que dejaba a la ciudad en tinieblas.
Al instante, las luces de los edificios se apagaron; los
ascensores, que en los rascacielos transportaban a miles de personas de unos
pisos a otros, interrumpían la marcha y
dejaban aprisionados en su interior a asustados pasajeros; los semáforos que
regulaban el tráfico de la ciudad dejaron de funcionar, provocando un caos
circulatorio como nunca se había conocido; las calefacciones que funcionaban
gracias a la electricidad dejaron de hacerlo, convirtiendo el interior de los
edificios en gélidas neveras; los quirófanos quedaron a oscuras, teniendo que
recurrir a sus propios equipos electrógenos para situaciones de emergencia; los
aeropuertos, tuvieron que interrumpir el servicio, quedando aislados del
exterior millares de personas, que por otra parte se hallaban desconcertadas al
no poder saber lo que ocurría, ya que todas las emisoras de radio y televisión
habían enmudecido.
Esta situación duró hasta las diez de la mañana del día siguiente,
tras una noche de miedo, frío, pánico, incomunicación y pillaje. El caos
padecido sirvió como ejemplo a la humanidad, que pudo observar en lo que se
transformaba una gran ciudad cuando se veía privada de algo tan cotidiano, y a
lo que se concede tan poca importancia como es la electricidad. En realidad, lo
que sucedió en Nueva York el día de su famoso apagón fue, simplemente, que le
faltó parte de la energía que toda ciudad necesita hoy. Pero, ¿qué es la
energía? ¿Por qué es tan importante? ¿Cómo su carencia imprevista puede llegar
a producir tal situación?
Durante el célebre apagón de Nueva York, muchas personas se
refugiaron en las Iglesias, pensando que aquello significaba el principio de
una hecatombe, que algunos relacionaban con una invasión extraterrestre. Pero
la mayoría se encerró en sus hogares. Millones de personas, carentes de
alicientes externos y faltos del recurso de la televisión, se refugiaron mucho
más temprano en sus dormitorios.
1. ¿Cómo definirías con tus palabras la energía?
2. ¿Crees que es importante según lo leído la
energía?
3. ¿Piensas que si eso ocurriese en tu ciudad
ocurriría lo mismo?
4. Después de leer el texto ¿crees que
necesitas la energía como algo necesario? Razona tu respuesta.
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